viernes, 31 de diciembre de 2010

"Médicos cuestionan los actuales tratamientos contra el cáncer"

Un grupo de prestigiosos oncólogos publica una CARTA ABIERTA A MARIANO BARBACID en la que cuestionan tanto lo que oficialmente se afirma del cáncer como los tratamientos que se utilizan.

Un grupo de prestigiosos oncólogos médicos e investigadores en el campo de la Oncología -básica y clínica- ha decidido enviar a través de Discovery DSALUD una Carta abierta al Dr. Mariano Barbacid -Director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)- en la que le solicitan responda públicamente a una serie de cuestiones de vital importancia en el momento actual de la investigación del cáncer y diga si está de acuerdo en que ha llegado la hora de hacerse un replanteamiento global sobre esta patología, muy especialmente en lo que a la manera de afrontarla se refiere dado el fracaso de los actuales tratamientos médicos en la mayoría de los tumores malignos.

Los firmantes -miembros de la International Society for Proton Dynamics of Cancer (ISPDC) o Sociedad Internacional de la Dinámica de Protones en el Tratamiento del Cáncer (www.ispdc.net)-, son el Dr. Salvador Harguindey –del Instituto de Biología Clínica y Metabolismo (IBCM) de Vitoria y vicepresidente de la mencionada sociedad-, el Dr. Stefano Fais -Director de la Sección de Medicamentos Antitumorales del Departamento de Investigación Terapéutica y Evaluación de Medicinas del Instituto Nacional de la Salud de Roma (Italia) y presidente del ISPDC-, la Dra. Miriam L. Wahl –ex Directora del Laboratorio de pH Tumoral de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EEUU) y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Baltimore (EEUU)- y el Dr. Stephan J. Reshkin -profesor del Departamento de Fisiología General y Ambiental de la Universidad de Bari (Italia)-.La carta –extensa y técnica- aparece íntegra en el número de Discovery DSALUD que salió a la venta el pasado viernes 24 de diciembre- y en ella se denuncia que la afirmación de que la palabra “cáncer” engloba en realidad “a más de 200 enfermedades distintas” es una aseveración que “corresponde a una visión obsoleta del cáncer que se opone frontalmente al moderno paradigma surgido en la Oncología hace escasos años”.

“(…) Cabe preguntar tanto al Dr. Barbacid como a quienes con él comparten aún la misma reduccionista y disgregadora cosmovisión oncológica –agrega la carta- qué es lo que en verdad sabe la mayoría de los investigadores en la actualidad sobre la naturaleza íntima y esencial de las enfermedades neoplásicas para sostener que el cáncer son ‘200 enfermedades diferentes’. Es regla de oro de la Medicina que sólo llegando a la raíz, a lo que subyace en cualquier problema de salud, se puede acceder a una comprensión racional e interpretación correcta de una patología, paso previo imprescindible para aspirar tanto a prevenirla como a tratarla adecuadamente una vez se haya manifestado. Sin conocer la causa o causas primarias (etiología), los mecanismos intermediarios (etiopatogenia) y la esencia íntima de una enfermedad (su naturaleza) no se puede siquiera pensar en superarla. Y eso es así muy especialmente en este caso porque como ya dijo el padre de la bioquímica del cáncer, Otto Warburg, sólo podremos curar lo que primero podamos entender”.

La Carta Abierta plantea a continuación numerosas preguntas al Dr. Barbacid y a quienes con él comparten su trasnochada visión del cáncer solicitando que las responda públicamente para conocimiento de médicos y medios de comunicación.

“El enfoque y paradigma conceptual asumido hasta hoy está muerto –se afirma en la carta-. Ha sido necesario replantearse todo lo que se cree saber sobre esta patología desde la raíz antes de haber conseguido poder integrar sus muchas caras y ramas dentro del árbol de la ciencia de una unidad superior, el llamado ‘paradigma emergente’”. Y se añade: “¿No se puede -o no se quiere- entender aún que ha llegado ya la hora de que los profesionales de la investigación oncológica de todo el mundo se conciencien de esta realidad y de que deben familiarizarse cuanto antes con las claves de los principales sistemas energéticos del funcionamiento anormal y específico de todas las células y tumores malignos?”

Más adelante se afirma: “Tal vez haya llegado la hora -o esté cada vez más cerca- de que los oncólogos básicos y clínicos consigan despertar y decidirse a plantear otras alternativas y, al mismo tiempo, hagan acopio de la necesaria inspiración, generosidad y valor para dejar de vivir esclavizados y embobados por ese Gran Hermano de la Oncología que constituyen las grandes multinacionales farmacéuticas, entidades de dudosa ética a las que sólo les importan sus intereses económicos y cuyas dinámicas y motivaciones -muchas veces pseudocientíficas- llevan a tratar por todos los medios de comercializar medicaciones cada día más tóxicas, menos efectivas y más caras”.

La carta, que puede leerse íntegra en el número de Discovery DSALUD que se encuentra a la venta en los kioscos, termina diciendo: “En suma, los abajo firmantes postulamos un nuevo paradigma integral, unitario y radical de las enfermedades neoplásicas por entender que todos los tumores malignos tienen más factores en común que diferencias entre ellos, tal como ha sido consensuado en el reciente I Congreso Internacional de la Sociedad para el Estudio de las Dinámicas de Protones en el Cáncer celebrado a principios de septiembre pasado en Roma (www.ispdc.com). Ello exige abandonar, también radicalmente, el actual modelo analítico-reduccionista y desintegrado que insiste en que la palabra cáncer designa a más de 200 enfermedades distintas que han de ser tratadas con infinidad de combinaciones farmacológicas diferentes a pesar de que a día de hoy los quimioterápicos han demostrado ser más tóxicos que eficaces, exceptuando los tumores germinales y algunas leucemias y linfomas, neoplasias que conforman una muy reducida minoría dentro del conjunto de todos los tumores malignos. Y eso significa que persistir en el camino trillado sólo puede ahondar aún más en el mayoritario fracaso terapéutico de la Oncología Médica actual al mismo tiempo que impedir y detener todo posible avance y verdadero progreso”.

Fuente: Revista DSalud http://www.dsalud.com/index.php?pagina=sumario_134

"No seas cruel, hazte Vegetariano"

La cría de animales en granjas de producción resulta cruel y ecológicamente devastadora. Comer animales resulta perjudicial para nuestra salud, puesto que contribuye directamente a la aparición de enfermedades y dolencias frecuentes en la comunidad hispana, como las enfermedades cardíacas, los infartos, el cáncer, la diabetes, la presión arterial alta y la obesidad.

Para la mayoría de la gente, la forma de contacto más directa con los demás animales se produce a la hora de comer: se los come. Pero lo que muy pocos saben es que detrás de esa sencilla comida sin aparente importancia hay mucho sufrimiento, un sinfín de seres (sensibles como nosotros), confinados, explotados y torturados, convertidos en simples máquinas productivas destinadas a morir.

Las granjas industriales de cría intensiva y los mataderos, lejos de ser confortables hoteles para animales felices que nos muestran los anuncios o los cuentos de los niños, son lugares infernales donde campan el horror, la enfermedad y la muerte. Los animales de consumo son amontonados de por vida en habitáculos tan mínimos que literalmente no pueden moverse, cuanto menos tenderse, ni siquiera darse la vuelta, ya que se trata de obtener el máximo engorde en el menor tiempo. El aire que respiran es un hedor cargado de las sustancias tóxicas de sus desechos. Su alimento son piensos artificiales cargados de hormonas y toda clase de desechos de matadero. Las condiciones son tan dantescas que los desesperados animales tienden a automutilarse o al canibalismo: por ello a las gallinas se les corta su sensible pico, o a los cerdos el rabo (para que no se lo muerdan unos a otros). Las enfermedades son continuas, por lo cual se les satura de antibióticos desde su nacimiento (así, la industria farmacéutica, destina a este fin la mitad de su facturación mundial). Todo esto es válido tanto para animales "de carne" como de producción láctea o de huevos, a los cuales se mata igualmente para hacer hamburguesas o comida para mascotas cuando dejan de producir lo suficiente.

Las piscifactorías son el equivalente acuático de las granjas intensivas de ganado. y se han convertido en una industria multimillonaria. Cerca de la mitad del salmón, el 40% de los moluscos, y el 65% del pescado de agua dulce que se consumen hoy en día, proceden de esta modalidad. Los peces sufren el hacinamiento, la sobremedicación y la imposibilidad de desarrollar sus instintos naturales.

Como vemos, bajo estas condiciones, muy, muy resumidas, es imposible que los animales, inmovilizados hasta su muerte, puedan desarrollar sus instintos naturales, como la búsqueda de alimento, la relación con los demás individuos de su especie o el apareamiento (la inseminación es una violación mecánica y las crías son separadas de sus madres a los pocos días para iniciar un nuevo ciclo). Después viene el transporte al matadero y la muerte, en condiciones igualmente espantosas. De esta manera "viven" y mueren los animales de abasto; sólo en argentina se sacrificaron en 1997, casi 2'5 millones de vacas, 19 millones de ovejas, más de 30 millones de cerdos y unos 660 millones de aves. En todo el mundo se estima que mueren cada año unos 44.000 millones de individuos animales en los mataderos, unos 100.000 millones de individuos si contamos los peces. ¿Es necesaria esta masacre?

"El vegetarianismo por sí sólo es la solución de muchas cosas: ecología, hambre, crueldad"
paul mc cartney