lunes, 14 de septiembre de 2009

"La conspiración de la muerte del Sr. ex Presidente de Chile Salvador Allende"

“Allende recibió un impacto de un proyectil, proveniente de un arma de bajo calibre, que entró por la cara en la zona próxima al globo ocular derecho y salió por la zona parietal posterior. Y a los pocos momentos de muerto, para simular un suicidio, se le dio un disparo bajo el mentón”, según afirmó el médico tanátologo Luis Ravanal, en entrevista con Proceso.

Ravanal publicó el pasado 8 de septiembre su Informe Pericial sobre la muerte del presidente Salvador Allende en el que analiza en profundidad la autopsia Nº 2449/73 hecha por los médicos José Luis Vásquez y Tomás Tobar la noche del once de septiembre.

La metodología del Informe consistió en analizar la autopsia presidencial con el fin de verificar si “los procedimientos autópsicos empleados se han ajustado al método científico, de acuerdo a la lex artis médico forense ad hoc y si las conclusiones médico legales encuentran sustento científico en los hallazgos descritos y documentados de la autopsia y del sitio del suceso”, como se sostiene en el mencionado Informe.

Además, se cotejaron las conclusiones de la necropsia con los más relevantes antecedentes disponibles respecto de la muerte de Allende. Entre estos estuvo: el informe de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones que se hizo presente en el lugar de los hechos aquel once de septiembre; el Acta de Análisis hecha por la Policía Técnica de Investigaciones; las versiones del doctor Patricio Guijón que dice ser el único testigo del “suicidio” de Allende; el croquis 15.254 del policía planimetrista Alejandro Ossandón.

El estudio realizado por Ravanal, que por ser una pericia respecto de una pericia forense, se conoce como metanálisis forense, fue hecho a solicitud de dos abogados de derechos humanos: Roberto Celedón y Matías Coll.

MALDITO FORENSE

José Luis Vásquez, que es ginecólogo y no médico forense, trabaja hace más de 30 años en el Servicio Médico Legal (SML). Cuenta con un poco feliz historial de errores y/o falsificaciones en sus informes de autopsia.

El diplomático español Carmelo Soria, murió el 14 de julio de 1976 víctima de feroces torturas aplicadas por la Dina. Vásquez, sin embargo, señaló que su muerte fue fruto de un atropello.

En el emblemático caso de secuestro y homicidio del niño Rodrigo Anfruns (3 de junio de 1979), Vásquez tampoco acertó. Interpretó que el menor había muerto el día de su desaparición, diez días antes de que apareciera muerto, a pesar que en el sitio del suceso, cuando lo encuentran, las livideces cadavéricas eran fácilmente adjudicables a las de una muerte ocurrida en las 24 horas previas.

Hay al menos otros dos casos en los que Vásquez ha tenido un rol “destacado”. Uno de ellos, está relacionado con una mujer -cuyo nombre su familia solicitó mantener en reserva- que murió el 6 de agosto de 2001 en el Hospital San José, de Santiago, y cuyos antecedentes están contenidos en la causa Rol 78.324-7 del 12º Juzgado del Crimen.

En el informe de autopsia, firmado por Vásquez, se sostiene que el deceso fue producto de una bronconeumonía. Esto, a pesar que la mujer fue encontrada muerta con un tubo de oxígeno conectado irregularmente en una de sus venas. Y, en contra del parecer del médico forense José Luis Pérez, que la examinó a poco de fallecida, constatando la presencia de burbujas en sus venas -que fotografió y anexó en su informe-, expresando que estas eran “signo inequívoco de la presencia de oxigeno”, siendo la causa de muerte una “embolia aérea” provocada intencionalmente.

Peor aún: Vásquez omitió estos antecedentes al momento de hacer entrega de su informe autópsico a la jueza María Rodríguez, que se hizo cargo de la causa el 15 de agosto de 2001. Después de un largo y poco fructífero juicio, la causa se cerró en mayo de 2007, cuando la magistrado declaró que la paciente murió asesinada. Sin embargo, el tiempo perdido en establecer la ocurrencia del homicidio dificultó irreparablemente las tareas de identificación y captura de los eventuales asesinos.

En una declaración realizada en este proceso, Vásquez ocupó un recurso de autoridad para defender su pretendida experticia forense: “Fui yo quien le hizo la autopsia al presidente Salvador Allende”, señaló. Coll, en entrevista con Proceso, relató que cuando junto al abogado Celedón tomaron conocimiento de este hecho –mayo de 2007-, les surgió “una enorme inquietud”. Tras un año de estudiar la materia, en junio de este año deciden solicitar al doctor Ravanal que analice en su mérito el informe de autopsia realizada por Vásquez y Tobar, al cadáver del extinto “Chicho” Allende.

La publicación de este informe ha terminado por instalar la duda respecto de las verdaderas causas de la muerte del mandatario. Los antecedentes vertidos en este metanálisis “son complementarios a la información entregada por Proceso (Nº 1651) donde se ponía en duda la tesis del suicido”, expresó Coll.

METANÁLISIS

En sus conclusiones, la autopsia 2449/73 señala que Allende murió por “una herida cérvico-buco-cráneo-encefálica, con salida de proyectil”. Ésta habría sido causada por un disparo “de corta distancia” en el submentón. “La trayectoria intracorporal del proyectil -estando el cuerpo en posición normal- es: de abajo hacia arriba; de delante hacia atrás, y sin desviaciones apreciables en sentido lateral”, según se afirma en el protocolo de necropsia.

Estos elementos, unidos a que el disparo habría sido hecho “con el cañón del arma apegada a los tegumentos (tejidos)” supondría –según concluyen en su Informe los doctores Tobar y Vasquez- que “el disparo ha podido ser provocado por la propia persona (Allende)”.

Ravanal, que es miembro fundador de la Sociedad Chilena de Medicina Legal y perito judicial inscrito con el registro Nº 1.500 ante la Corte de Apelaciones de Santiago, rechaza los procedimientos y conclusiones a las que llegaron los citados médicos. Dice que la autopsia por éstos practicada exhibe numerosas inconsistencias. Cuestiona que este examen se haya hecho en el Departamento de Otorrinolaringología del Hospital Militar,y no en el SML, “que es donde debe hacerse este tipo de exámenes según establece el Código de Procesamiento Penal”. Profundiza esta idea: “El hecho que se haya utilizado un recinto “que depende administrativamente del Ejército, evidentemente no podía garantizar a los peritos intervinientes la debida independencia (…) si se considera que al momento de practicarse la autopsia no podía descartarse (…) que la muerte hubiere sido causada (…) por integrantes (del Ejército)”, según se sostiene en el metanálisis.

El citado médico-legista estima que las posibilidades de alcanzar conclusiones coherentes con lo ocurrido, se dificultaron al realizarse el examen post mortem en un pabellón de otorrinolaringología que “no cuenta con el instrumental básico para hacer una correcta exploración médico forense de cadáveres”, como es la mesa de autopsia, el instrumental adecuado, laboratorios químicos, de fotografía forense y de identificación.

Al cuerpo de Allende “no se le hizo ni una radiografía, siendo éstas indispensables para definir el tipo de heridas existentes en la cabeza y otras partes del cuerpo. Tampoco se le sacaron fotos. No se colectaron muestras para el estudio de pólvora del que llaman orificio de salida. Tampoco recolectan pólvora de otras lesiones que existen en la cara como el orificio que está en el ángulo interno del glóbulo ocular derecho que perfectamente podría corresponder a un punto de ingreso (de una bala) en ese lugar”, expresó Ravanal.

“Otro elemento en el que hago hincapié en el informe –agrega-, es la cantidad de innumerables omisiones que aparecen en las descripciones. Por ejemplo, no se nombran los huesos fracturados, los tipos de fractura, la cantidad de fragmentos (…) hay segmentos corporales que no existen en las descripciones como el cuello, a pesar que está en el área más próxima al área de destrucción”.

A Ravanal le llamó mucho la atención que a nivel abdominal no aparezcan mencionados numerosos órganos como la vejiga y las cavidades peritoneales. Esto sería –en su parecer- “muy grave” puesto que la autopsia sostiene que “las prendas interiores están profusamente impregnadas de sangre”.

“Entonces uno se pregunta: ¿Si tengo mis ropas interiores empapadas en sangre, obviamente esa sangre viene de alguna parte. Y, justamente, respecto de las zonas asociadas a esas manchas no existe ningún tipo de descripción”, expresó el galeno. “¡Ni siquiera se dice qué ropas estaban manchadas!”, espetó.

En relación al cráneo, dice que “las trayectorias de la o las balas no se describen correctamente no siendo coherente el punto que se señala de ingreso (submentón) y la trayectoria descrita (ascendente), con el orificio de salida (parietal izquierdo)”. Dice que para que un disparo como el descrito en la autopsia haya salido en el parietal izquierdo del cráneo (nuca), “la bala tendría que haber girado en 90º lo que es imposible, en las circunstancias descritas”.

A su parecer y apoyándose en el informe de la Brigada de Homicidios, Ravanal sostiene que el orificio del parietal izquierdo se originaría en un orificio de bala ubicado en la zona superciliar derecha (entre la nariz y el ojo) y provendría de otra arma.

El doctor dice que, dadas las manchas de sangre que Allende evidencia en diversas partes de su cuerpo, “es muy probable que pueda tener otras heridas de bala”. Y, que, “para aclarar con precisión la causa y naturaleza de la muerte de Salvador Allende”, es indispensable la realización de un segundo análisis forense de sus restos.

Al margen de estas consideraciones emanadas del citado metanálisis, hay otros hechos que aumentan las dudas respecto de la versión del suicidio. Lo primero es que el Ejército nunca ha dado a conocer los informes forenses relativos a la muerte de Allende, los que se han conocido en época muy reciente y en forma muy parcial.

Aún no se conoce el expediente asociado al proceso abierto por la muerte de Allende, del que sólo se sabe que estuvo a cargo del titular de la Primera Fiscalía Militar, Joaquín Earlbaum, y que se cerró el 20 de septiembre de 1973 sin castigados ni inculpados. Nada se sabe aún del destino de las 70 fotos que sacaron los peritos de la Policía de Investigaciones, cuando cerca de las 17 horas de aquel once de septiembre, se hicieron presentes en el lugar. Tampoco se sabe donde está el acta de autopsia antes referida. De hecho, su contenido sólo vino a conocerse en 1990, gracias a la publicación del libro La Conjura, de Mónica González (Ediciones B).

Aumentan las dudas el hecho de que el día del deceso no se realizaron peritajes balísticos de ningún tipo. Los proyectiles, como es sabido, fueron todos recogidos por efectivos militares al mando del general de Ejército Javier Palacios, quien dirigió el asalto a La Moneda. No se cotejaron ni analizaron los proyectiles encontrados en el sitio del deceso. Tampoco se analizaron ni se han descrito los residuos de pólvora encontrados en el techo y murallas del salón Independencia de La Moneda.

A entender del doctor Ravanal lo anterior es gravísimo “y demuestra una intencionalidad. ¿Cómo va a ser que van los peritos a analizar una muerte por herida de bala no hagan justamente lo fundamental que es correlacionar el proyectil con las heridas y el proyectil con el arma”?, sentenció.

Si efectivamente hubiera sido un suicidio, tal como lo planteó la Junta Militar, ¿Por qué no se dio a conocer con transparencia y prontitud los antecedentes que avalaban esa tesis? ¿Por qué se hizo la autopsia con médicos vinculados a las fuerzas armadas y se negó la participación de tres médicos destacados que solicitaron presenciar la misma, como fue el caso de Alfonso Asenjo, Mariano Ruiz Esquide y Osvaldo Olguín? ¿Por qué no se siguieron los procedimientos regulares para la realización de la misma? ¿Qué es lo que se quería ocultar?

La tesis del suicidio se basa básicamente en el relato del doctor Patricio Guijón. Este declaró aquel día a los militares y policías que lo entrevistaron que presenció el momento del disparo. Poco después de las dos de la tarde, cuando La Moneda estaba ocupada por militares, Allende habría aceptado “entregarse”, ordenando que se formara una fila para salir por la puerta de Morandé. Se habría puesto al final, devolviéndose al segundo piso y suicidándose solo en el Salón Independencia.

Esta tesis, “carece de solidez”, a entender del abogado Coll debido al hecho que Guijón “ha dado versiones muy distintas de los hechos”. Coll expresa, además, que en casos de muertos por balas son los estudios forenses los que mayor importancia tienen, “porque la subjetividad propia del ser humano muchas veces hace ver cosas en forma inexacta o imprecisa”.

La posibilidad de que Allende se haya rendido o suicidado es descartada por Renato González, mejor conocido como “Eladio”, que es uno de los cuatro guardias personales de Allende (GAP) que sobrevivieron al “once” en La Moneda. “Allende nunca mostró la menor intención de rendirse y suicidarse; por el contrario, fue el motor que con su ejemplo nos impulsó a nosotros a seguir luchando”, expresó.

Y añadió: “Una persona que piensa en suicidarse tiene una etapa de depresión…. se le derrumba todo… pero Allende siempre se mostró sereno, dueño de la situación. Él tenía esa capacidad. Él asumía la responsabilidad no sólo de los que estábamos ahí sino del país como tal. Un hombre con esa convicción difícilmente se rinde o suicida”, expresó.

La tesis del suicidio, que en un principio era sólo creída por los partidarios de Augusto Pinochet, se vio fortalecida gracias a su aceptación por parte de la familia del presidente Allende. Esto ocurrió en el contexto de los funerales de Estado dados al extinto mandatario el 4 de septiembre de 1990.

Esto ocurrió, a pesar que los argumentos que avalaron esta nueva convicción no tenían mayor sustento. Y es que al momento de su exhumación, realizada el 17 de agosto de 1990, no se hizo una segunda autopsia. Lo único que hubo fue un reconocimiento ocular al cadáver que duró poco más de un minuto y que fue hecho por el médico y sobreviviente del “once” en La Moneda, Arturo Jirón.

Este médico, aunque no hizo ni participó de una segunda autopsia, no sólo dio fe que el cuerpo del exhumado era el del presidente derrocado, a pesar de lo difícil que ello resultaba a 17 años de su muerte.

La hija del presidente Allende, diputada Isabel Allende, dijo en entrevista con Proceso -llevada a cabo en junio pasado- que tras la exhumación del cuerpo de su padre “no tenemos ninguna duda de las causales de su muerte”.

Ravanal se declaró “sorprendido” por las declaraciones hechas a Radio Cooperativa por el nieto del presidente Allende, Gonzalo Mesa Allende, quien tras conocer su metanálisis, afirmó que durante la exhumación de Allende se había hecho un segundo informe forense en el que se ratificaba la versión oficial del suicidio. Y que éste no se había dado a conocer porque era considerado un secreto de familia. “Esto me parece totalmente irregular –expresó Ravanal-, puesto que para hacer un segundo análisis forense se requiere la autorización judicial basada en una investigación judicial que hoy no existe”, concluyó.

Consultado respecto de la postura de la diputada Isabel Allende y otros miembros de la familia Allende, quienes se han cerrado a la posibilidad de abrir un debate respecto a las causas de la muerte de Allende, Ravanal expresó: “A mi me tiene realmente sorprendido, nunca me imaginé una postura como la que están desarrollando… yo lo contrasto con otras madres, hermanas, o hijas, que no han cesado en la búsqueda de la verdad …. cuestionando incluso, sin ser ellos expertos, los informes oficiales, como hizo la hija de Carmelo Soria -Carmen Soria- (…) y, aquí, inexplicablemente, la respuesta de la familia es negar esa verdad técnica, y ni siquiera darle una cabida a que esto se investigue”.

por Francisco Marín

Fuente: Proceso de México




Sonríe: "Te estamos grabando"



La proliferación de cámaras de vigilancia en las ciudades de Chile es un fenómeno que nos afecta a todos. Más allá del recurrido ‘combate a la delincuencia’, asistimos a un espectáculo del asedio que pautea nuestros gestos.

“Es un lugar muy bonito”- comenta la relacionadora pública de Metro, poco antes de entrar al Centro Integrado de Control del ferrocarril subterráneo, ubicado en un amplio salón de los pisos superiores del edificio institucional. Seis operadores fisgonean las más de 400 cámaras distribuidas en las 101 estaciones.
A uno de los operadores le da por seguir a un chico de polera azul que entra en Baquedano. Cuando el chico sale del ángulo abarcado por esa cámara, el operador recurre a otra sobre la escalera mecánica que lo sigue, otra en el andén y otra y otra para ver todo su trayecto. El chico jamás supo que alguien lo miraba.
Otra pantalla acusa a un vendedor ambulante en la entrada de la estación Universidad de Chile. El operador medita un rato, se rasca la barba y llama al guardia de la estación para que lo corra. Para este gran ojo un tipo que habla por celular despierta sospechas “porque camina muy lento”, otro tiene la pinta de ambulante y otro en el andén tiene un papel en la mano. “¿Quieres leer?”, pregunta el operador, y hace zoom y zooooom, hasta distinguir claramente lo que dice el papel. Se trata de un certificado de defunción.
En el metro, en los supermercados, en los mall y en las calles han proliferado las cámaras de seguridad con el argumento del ‘combate a la delincuencia’. No hay estadística que de cuenta de todas las cámaras que vigilan la ciudad, aunque recientemente Carabineros inauguró la nueva sala de contingencia que accede a 877 cámaras de seguridad repartidas por el país. Algunas incluso están en la laguna Sausalito o en el parque de la Quinta Vergara, Viña del Mar.
La ubicuidad de tales cámaras ya hizo que hace rato nos acostumbráramos a ser vigilados. Claudio Ibarra y César Pérez, del Grupo de Investigación en Educación y Poder-GIEP, llaman a esta situación el espectáculo del asedio. “Es habitual encontrarnos con cámaras de vigilancia que disponen nuestro actuar bajo una puesta en escena, una especie de teatro en donde nosotros participamos como actores acosados de este entramado seguritario”, sostienen.

SOCIEDAD DE VIGILANCIA
En el siglo XVII, el filósofo utilitarista Jeremy Bentham propuso su modelo de panóptico, que es un diseño arquitectónico y filosófico a la vez. Se trata de una torre rodeada de prisiones y que tiene una pequeña abertura que permite a quien esté adentro observar a los recluidos sin que estos se enteren. Al sentirse vigilados en todo momento, los interdictos internalizan un comportamiento ajustado a las normas dictadas. La idea fue toda una revolución para la economía de la vigilancia.
El ideal panóptico ya en nuestro siglo se valdría de las tecnologías audiovisuales para aplicar dicha economía al conjunto social, configurando una red de vigilancia que combina todo tipo de sistemas de registro.
Los satélites hacen un barrido desde el espacio de todo el globo; el sistema Echelon, de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, mantiene un motor que espía las llamadas telefónicas y correos electrónicos alrededor del mundo; regalando ofertas farmacias y supermercados han reunido una base de datos con el RUT de sus clientes, lo que les permite analizar sus patrones de consumo; en Reino Unido una persona puede ser grabada 300 veces al día por las 4 millones de cámaras instaladas; en el metro de Londres se instaló la tecnología ‘Cromática’, que permite detectar automáticamente patrones de comportamiento de personas que intentan suicidarse; o las nuevas cámaras Gigapan (de ultra resolución) permiten, con una sola foto, el fichaje biométrico -estudio que mide fenómenos o procesos biológicos- de todas las personas presentes en un estadio o en un acto político.
La distopía de George Orwell en 1984, que apuntaba a graficar los excesos de la sociedad estalinista, fue posible en la ‘sociedad de libre mercado’.

LA GESTUALIDAD PERMITIDA
Los noticiarios de TV, por ejemplo, constantemente acusan el éxito de las cámaras puestas en los espacios públicos en la disminución de los delitos. Contacto, por estos días, hizo un reportaje entero de ‘periodismo de investigación’ con base en cámaras de vigilancia de las calles, autopistas y centros comerciales, rasgando vestiduras por comportamientos como parar el auto para rescatar un perro en medio de una carretera, unos chicos fumando cannabis en una esquina o la adquisición de remedios sin receta.
Así, la inseguridad se comprende como cualquier tipo de desviación. En el régimen panóptico, la vigilancia la reproducimos cada cual al pasar ante una cámara que nos otea desde las alturas: Ni sueñes con el anonimato.
Pérez acusa que los espacios “se encuentran monitoreados, cuestión que media la gestualidad poniéndola bajo vigilancia, codificándola, confiscándola. Es una gestualidad en ‘búsqueda y captura’, susceptible de ser sancionada, normada y castigada”. Ibarra agrega que “el espectáculo del asedio concibe cada espacio de acuerdo a una función determinada: las calles deben asegurar el tránsito de las mercancías y de las personas; las fábricas la producción. Así, terminamos adaptando nuestra gestualidad a la función de cada espacio”.
Claro que el registro producido no es accesible a cualquiera y menos hay un control sobre el que vigila y el uso que hace del material registrado. Corremos el riesgo de pasar de objeto de vigilancia a material de espectáculo. Tampoco se permite la posibilidad del autoregistro en algunos espacios, como el caso de mall y supermercados. El Ciudadano intentó registrar fotos al interior del supermercado Hiperúnico de Valdivia y fuimos acosados por guardias y funcionarios con la orden expresa de que no se permite tomar fotos en dicho recinto.

¿NO ESTÁS EN FACEBOOK?
Jennifer Ringley decidió en 1997 instalar una webcam en su dormitorio y creó así el personaje JenniCam. Desde esa fecha y hasta el 2003 se pudo acceder a su cotidianeidad familiar a cualquier hora pagando una suscripción de 15 dólares al año. La idea fue copiada por muchos jóvenes y tuvo su expresión mediática en los reality shows. Y es que las tecnologías de registro han invadido nuestra vida haciendo cotidiano el uso de webcams, celulares con cámaras y plataformas de redes sociales como Facebook.
El panóptico tiene su correlato en millones de usuarios dispersos por el mundo. Del control pasamos al exhibicionismo, constituyéndose las cámaras como tecnologías de producción de subjetividad.
Ibarra comenta que estas tecnologías se montan a partir de una doble ilusión. “Por una parte la coincidencia del visor de la cámara con el ojo nos entrega la ilusión de que lo capturado es real, tanto o más que aquello que el ojo desnudo puede ver -sostiene -. Es un momento de desantropologización de la mirada. Además, la gestualidad ahora es mediada por el aparato, siendo un modo de producción de lo real que permitiría taxonomizar –clasificar- los gestos, poses, caracteres, actitudes, e incluso personalidades”.
Esta nueva experiencia humana llega a su paroxismo con Facebook, red social muy promovida en Chile por los medios masivos. El sitio recibe un promedio de 250 mil nuevos miembros cada día, teniendo 60 millones de usuarios activos en el mundo, los que publican en promedio 14 millones de fotografías al día.
La red social fue muy pronto aprovechada por la patronal. Un psicólogo laboral de una compañía de head hunting criolla que prefiere omitir su nombre comenta que “desde que se inició Facebook a la hora de seleccionar personal las empresas revisan las ‘redes sociales’ de los candidatos. Así se verifican las redes de clase que frecuenta, sus vínculos con ‘la gente bien’ y en qué campañas se involucran”.

UN SUEÑO IMPOSIBLE
Pese a lo delirante que resulta constatar la expansión de las redes de vigilancia, la sola evidencia de que es imposible que haya un ojo detrás de cada cámara de vigilancia da cuenta de sus límites. Todos los santiaguinos saben que las cámaras instaladas en los buses del Transantiago están de adorno y los mecheros de supermercados saben mapear muy bien los puntos ciegos de las cámaras instaladas.
En Estados Unidos, los programas de reconocimiento de rostro tienen vueltos locos a sus operadores, ya que generan mil falsas alarmas por cada terrorista que detectan.
Pero lo más importante es la comprensión de los excesos que conlleva esta sociedad hipervigilada y exigir mecanismos de control. Jorge Contesse, abogado del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, comenta que “el derecho a la privacidad, contrario a lo que podría pensarse, no está circunscrito al ámbito íntimo, donde los demás no tienen libre acceso. Es posible ejercer el derecho a la privacidad también en lugares públicos, en donde ocurre que las cámaras de seguridad ciertamente lo lesionan. Por ello debe determinarse caso a caso qué debe prevalecer: si el combate contra la delincuencia por medio de cámaras o el derecho de las personas a decidir quiénes las ven”.
Respecto de la visibilización dada a personas en los reality policiales emitidos por televisión, Contesse sostiene que si bien “depende de la situación en particular, puede haber una afectación al derecho a la vida privada. Ahora, si se trata de una persecución penal, pueden existir razones que la justifiquen, pero ello no es claro cuando se trata simplemente de emisiones de televisión que buscan causar sensación. Es difícil sostener el principio de la presunción de inocencia cuando alguien es expuesto en público de esa manera”.
Contesse propone resolver el tema partiendo del consentimiento libre e informado de las personas: “Cuando falta consentimiento, y algún medio utiliza imágenes de una persona, entonces hay una vulneración”.
Así las cosas, es tiempo de sacarle la lengua a las cámaras, para entretener un rato al que nos está fisgoneando, ponerte una máscara o levantar el dedo índice (aún no es delito). Algo es algo, mientras no nos atrevamos a presionar un Off.

por Mauricio Becerra

FUENTE: El Ciudadano

"Los Franceses también se han dado cuenta"

El cómico Francés Jean-Marie Bigard razona con los franceses los argumentos de la versión oficial acerca de los atentados del 11S (capítulo 7. La caída de las torres). En este episodio Bigard muestra su extrañeza por la manera en que dicen que cayeron las torres. Según la versión oficial se desmoronaron piso a piso, cayendo uno sobre otro. Lo extraño de esto es la velocidad a la que se produjo esto, dado que tardó lo mismo que si los pisos hubieran caído sin resistencia alguna, es decir, sin que nada los frenase debajo. Alcanzaron el suelo a la velocidad de caída libre, como ocurre en una demolición controlada, y tanto en las dos torres gemelas como en el edificio 7.

Nanopartículas utilizadas en vacunas contra la gripe AH1N1




F. William Engdahl
Global Research
September 14, 2009

Las vacunas que han sido aprobadas por las autoridades gubernamentales responsables de la vacunación contra la supuesta gripe A H1N1 se han encontrado nanopartículas. Los fabricantes de vacunas han estado experimentando con nanopartículas como una forma de “carga turbo” en vacunas durante varios años. Ahora ha salido que las vacunas aprobadas para uso en Alemania y otros países europeos contienen nanopartículas en una forma que supuestamente ataca a las células sanas y puede ser mortal.

En 2007, investigadores de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) han anunciado en un artículo en la revista Nature Biotechnology, que habían desarrollado unas “nanopartículas que puedan ofrecer vacunas más eficaces, con menos efectos secundarios, y en una fracción del costo de la vacuna actual “. El artículo pasó a describir los efectos de su avance:” En apenas 25 nanómetros, estas partículas son tan pequeñas que una vez inyectada, fluyen a través de la matriz extracelular de la piel, haciendo una línea recta a los ganglios linfáticos. En cuestión de minutos, han llegado a una concentración de miles veces mayor que en la piel. La respuesta inmune puede ser extremadamente fuerte y eficaz. “1

Sólo hay un pequeño problema con las vacunas que contienen nanopartículas, que puede ser mortal y, al menos, causar graves daños a la salud irreparables.

Las nanopartículas, promovido en los medios de comunicación como la revolución de nueva maravilla de la ciencia, son partículas mucho más pequeñas que las partículas de amianto mortales que causaron graves daños pulmonares y la muerte antes de ser declarada ilegal. Las partículas con un tamaño nano, (nm = 0,000000001 metro) se fusionan con las membranas de las membranas celulares de nuestro cuerpo y, según estudios recientes en China y Japón, continuamente destruyen las células una vez introducida en el cuerpo. Una vez que interactúan con la estructura celular del cuerpo, no se puede quitar. La medicina moderna eufemísticamente explica éste fenómeno como la continuación de una reacción infecciosa.

Desde el escándalo del amianto, se ha establecido que las partículas del tamaño de una millonésima de un metro, debido a su fuerza de atracción enorme, penetra en todas las células, destruye todo aquello que entra en contacto con ellas. Las nanopartículas son mucho más pequeñas que las fibras de amianto.

Pekín Las pruebas confirman los efectos mortales en seres humanos

El hecho de que la OMS, la Agencia Europea de Medicamentos, el Instituto alemán Robert Koch y los organismos de salud de hoy permitan a la población ser inyectada en gran medida con nuevas vacunas que contienen nanopartículas sin probar, demuestra que el poderoso lobby farmacéutico en la política Europea está por encima de la cordura o la integridad moral de los servidores públicos responsables de la salud del público en general.

La edición de septiembre de 2009 el prestigioso European Respiratory Journal, hecha pública el 19 de agosto, y disponible en línea desde el 21 de agosto, contiene una revista revisada por artículo con el título “La exposición a nanopartículas se relaciona con derrame pleural, fibrosis pulmonar y granuloma.

El artículo describe las pruebas realizadas en 2008 en el Hospital Chaoyang de Beijing a siete mujeres jóvenes. Las siete, con edades entre los 18-47 habían estado expuestas a las nanopartículas de 5-13 meses en su lugar de trabajo común. Todas fueron ingresadas en el hospital con insuficiencia respiratoria y derrame pleural o líquido excesivo que rodea los pulmones dificultando la respiración. Ninguno de las siete habían fumado alguna vez y ninguna de ellas estaba en el grupo de riesgo especial. Los médicos cuidadosamente probaron cada posibilidad y confirmó que los problemas de pulmón tenían un origen común, la inhalación regular de las nanopartículas en su fábrica. Ellas habían estado expuestas a las nanopartículas de Polyacrylat.

Las pruebas confirmaron que las nanopartículas habían producido una reacción de “super-fusión” en las pacientes. A pesar de todos los heroicos esfuerzos de los médicos, dos de las siete murieron a causa de complicaciones pulmonares. 2

En su informe, los científicos concluyeron algo tan alarmante, es necesario citar en detalle:

“Las pruebas inmunológicas, los exámenes de bacteriología, virología y marcadores tumorales, broncoscopia, toracoscopia interna y cirugía video-asistida torácica se realizaron. Las encuestas de los lugares de trabajo, las observaciones clínicas y exámenes de los pacientes se llevaron a cabo. El poliacrilato, compuesto de nanopartículas, se confirmó en el lugar de trabajo. Los exámenes patológicos de los tejidos de los pacientes de pulmón muestra una inflamación pulmonar inespecífica, la fibrosis pulmonar y granulomas a cuerpo de la pleura. Usando microscopía electrónica de transmisión, se observó que las nanopartículas se observó estaban en el citoplasma y en células epiteliales pulmonares y mesoteliales, pero también se encuentron en el líquido del pecho. Estos casos suscitan la preocupación de que la exposición a largo plazo de algunas nanopartículas sin medidas de protección puede estar relacionada con graves daños pulmones en humanos. “3

Hasta la fecha, estudios en animales y en experimentos in vitro muestran que las nanopartículas pueden provocar daños en los pulmones y otros efectos tóxicos en animales, pero no hay informes sobre la toxicidad clínica en seres humanos por nanopartículas antes del estudio realizado en Beijing.

El estudio del Hospital Chaoyang de Beijing ha confirmado de manera concluyente que las nanopartículas causan daño pulmonar y otros efectos tóxicos en seres humanos. En este momento, cuando dos de las vacunas autorizadas masivamente en Alemania y otros países contienen nanopartículas, el fracaso de la salud pública pertinente y la epidemiología de los funcionarios responsables de ordenar la congelación inmediata de emergencia en la distribución de cualquier vacuna que contenga nanopartículas sólo puede ser considerada como una negligencia criminal. Esperemos que las autoridades competentes reaccionen a tiempo para evitar una posible catástrofe humana de magnitud peor que el peor de los casos de gripe porcina reportado hasta la fecha.

Notas:
1 EPFL, Bioingeniería investigadores de la EPFL en Lausanne, Suiza, han desarrollado y patentado un nanopartículas que puedan ofrecer las vacunas más eficaz, con menos efectos secundarios, y en una fracción del coste de las tecnologías de la vacuna actual, consultado en www.azonano.com / 20news.asp% nanotecnología? catid = 13.

2 Y Song, Li, Du X, la exposición a nanopartículas se relaciona con derrame pleural, fibrosis pulmonar y granuloma, European Respiratory Journal, 9 / 2009, 34 (3): 559-567.

3 Ibid.

Fuente: Global Research

Traducido por Chemtrails Sevilla.

El fin del Letargo - Episodio 1


Impactante documental realizado por el "Proyecto Matriz" a principios de este año, en el cual muestra lo que la élite no quiere que tú sepas. Esta en una saga de varios documentales, uno de ellos es "el poder farmacéutico¨ que ya ha sido publicado en este blog. Los invito a revisar este documental para que puedan despertar de la realidad.
La verdad nos hará libres.


El Fin del Letargo Episodio 1 from Vega Angkor on Vimeo.